Como cualquier planta, el cannabis necesita nutrientes para sobrevivir. En condiciones naturales, los toma del suelo, pero en cultivo indoor, es el cultivador quien decide la composición del sustrato y cómo se suministran los nutrientes. Un desequilibrio en el suministro puede provocar deficiencias, trastornos en el crecimiento, mala calidad de las flores o incluso la muerte de la planta.
Macronutrientes – la base de un crecimiento saludable
Los macronutrientes son los elementos que la planta absorbe en mayores cantidades. Su deficiencia es la más común y generalmente visible. Los principales macronutrientes en el cultivo de cannabis son el trío NPK:
1. Nitrógeno (N)
Función: Esencial para el crecimiento de hojas y tallos, participa en la producción de clorofila, proteínas y aminoácidos.
Fase crítica: crecimiento vegetativo.
Síntomas de deficiencia: amarillamiento de hojas más viejas, detención del crecimiento.
Exceso: hojas verde oscuro, puntas quemadas, retraso en la floración.
2. Fósforo (P)
Función: Favorece el desarrollo de raíces, formación de flores y producción de resina.
Fase crítica: floración.
Deficiencia: tallos púrpuras, raíces débiles, pocas flores.
Exceso: bloqueo en la absorción de otros nutrientes como zinc o hierro.
3. Potasio (K)
Función: Regula el agua en la planta, fortalece los tejidos, apoya la producción de azúcares y la resistencia.
Importante durante: todo el ciclo, especialmente floración.
Deficiencia: manchas marrones en hojas, marchitez, tallos débiles.
Exceso: bloqueo del magnesio y calcio.
Macronutrientes secundarios – igualmente importantes, menos conocidos
Además del NPK, el cannabis necesita otros macronutrientes en cantidades ligeramente menores:
4. Calcio (Ca)
Fortalece las paredes celulares, apoya la división celular.
Su deficiencia causa deformaciones en hojas jóvenes y problemas en la absorción de otros elementos.
5. Magnesio (Mg)
Elemento central de la clorofila, crucial para la fotosíntesis.
La deficiencia produce amarillamiento entre las venas en la base de la planta.
6. Azufre (S)
Participa en la síntesis de proteínas y producción de aromas.
Deficiencia similar a la del nitrógeno, pero comienza en hojas más nuevas.
Micronutrientes – en pequeña cantidad, pero de gran importancia
Aunque se necesiten en cantidades muy pequeñas, los micronutrientes son esenciales para el funcionamiento correcto de las enzimas, el metabolismo y la resistencia de las plantas. Los más importantes son:
Hierro (Fe) – imprescindible para la fotosíntesis. Su deficiencia causa clorosis en hojas jóvenes.
Manganeso (Mn) – apoya el metabolismo y desarrollo de hojas. Deficiencia: manchas pálidas entre venas.
Zinc (Zn) – necesario para producción de hormonas. Deficiencia: enanismo, hojas deformadas.
Boro (B) – importante para floración y desarrollo de tejidos.
Cobre (Cu) – involucrado en transporte de azúcares y respiración celular.
Molibdeno (Mo) – esencial para metabolismo del nitrógeno.
Cloro (Cl) – ayuda en el equilibrio hídrico en las células.
¿Cómo suministrar los nutrientes?
Los cultivadores suelen usar fertilizantes minerales listos para usar, en forma líquida o en polvo, que se mezclan con agua. El mercado ofrece productos diseñados especialmente para el cannabis, con proporciones NPK adecuadas y micronutrientes añadidos.
Alternativas:
Fertilizantes orgánicos (compost, guano, humus de lombriz) – efecto más lento, pero naturales.
Hidroponía – requiere máxima precisión.
Fórmulas personalizadas – para cultivadores avanzados.
Es esencial ajustar la dosis según la fase de crecimiento. En crecimiento vegetativo predomina el nitrógeno; en floración aumentan las necesidades de fósforo y potasio.
Errores comunes en la fertilización
Sobrefertilización (quemadura de nutrientes): puntas de hojas quemadas.
pH del sustrato demasiado ácido o alcalino: bloquea absorción de nutrientes.
Riego sin control de EC y pH: acumulación de sales, daño en raíces.
Ignorar signos de deficiencia: una reacción rápida puede salvar la cosecha.
Conclusión
Comprender los fundamentos de la fertilización del cannabis es una condición esencial para un cultivo exitoso. Cada nutriente, macro o micro, desempeña un papel específico en el ciclo de vida de la planta. El éxito depende de elegir buenos productos, aplicarlos con moderación y observar cuidadosamente las necesidades de la planta. Una fertilización bien gestionada conduce a plantas sanas, mejores cosechas y cogollos de alta calidad.
