La seguridad eléctrica es uno de los aspectos más subestimados pero cruciales en el cultivo de cannabis en interiores. Un cuarto de cultivo requiere fuentes de energía confiables para lámparas, ventiladores, humidificadores, temporizadores y muchos otros dispositivos que, en conjunto, pueden representar una carga eléctrica considerable. Una instalación mal planificada puede provocar sobrecargas