Los cultivadores indoor tienen un lujo – luz, clima y aire bajo control. Afuera, la historia es muy distinta. El cultivo outdoor es un juego con la naturaleza: clima cambiante, humedad, fríos otoñales y el riesgo de heladas. Por eso la pregunta «¿cuándo cosechar en exterior?» es una de las más importantes para todo cultivador que sale del armario de cultivo.
Y aquí no basta con mirar el calendario. Las «8–10 semanas de floración» que pone el catálogo son solo un punto de partida, no una respuesta. En exterior, las reglas son otras, y la clave está en observar – tricomas, color de los pistilos, aroma y, sí… los pronósticos del tiempo.
Tricomas – tu lupa es la mejor herramienta
El indicador más fiable de madurez son los tricomas – esos diminutos cristales en forma de hongo que cubren los cogollos. Dentro se encuentran THC, CBD y todas las demás delicias.
- Tricomas transparentes – la planta aún madura, el efecto sería ligero, rápido, a menudo «a medio hacer».
- Tricomas lechosos (blancos) – los cogollos están en su punto máximo de potencia. Aquí el THC está en su nivel más alto, el efecto es fuerte y energético.
- Tricomas ámbar – parte del THC se degrada en CBN. El efecto se vuelve más relajante, de «sofá».
¿El punto ideal? Normalmente cuando un 70 % de los tricomas son lechosos y un 20–30 % son ámbar. Vale la pena invertir en una lupa de joyero ×60 o un microscopio digital barato (unos 20–30 EUR). Esa herramienta se amortiza enseguida.
Clima – tu mayor aliado y enemigo
Los cultivadores outdoor saben que el otoño puede ser duro. Las cosechas suelen llegar en septiembre–octubre, época de lluvia, niebla y noches frías.
- Lluvia prolongada = alto riesgo de moho (Botrytis). Si el pronóstico anuncia una semana de lluvias y tus tricomas ya están cerca del punto óptimo – mejor cortar antes que perder la mitad de la cosecha.
- Vientos y tormentas pueden partir ramas, sobre todo en índicas pesadas. Sujétalas o ponles soportes si se viene mal tiempo.
- Humedad por encima del 70 % cerca de la cosecha es una señal de alarma. Mejor cortar un poco antes que ser sorprendido por el moho gris.
Temperaturas – ¿cuándo hace demasiado frío?
El cannabis ama el calor. Por debajo de 10 °C por la noche las plantas empiezan a sufrir, su metabolismo se ralentiza y las hojas pueden volverse moradas o rojas (no siempre es malo – a menudo muy bonito).
Pero las heladas repetidas = desastre. Las células de los cogollos revientan, el THC se degrada y el sabor empeora. Por eso, si el pronóstico local anuncia la primera helada y tus cogollos ya están al 80 % de madurez – cosecha sin dudarlo.
Pistilos y aroma – pistas adicionales
- Pistilos: cuando la mayoría (aprox. 70–90 %) ha pasado de blanco a marrón/naranja y empieza a encogerse – señal clara de que la planta está a punto.
- Aroma: los cogollos maduros huelen más fuerte y «pesado». El olor pasa de floral a algo más «maduro», terroso, a veces afrutado.
Escenario práctico – cómo se ve en el terreno
Imagina que tienes una Amnesia Haze en exterior, que según el catálogo termina a mediados de octubre.
- A principios de octubre: tricomas al 80 % lechosos, 10 % ámbar, aroma muy intenso.
- Pronóstico: una semana de lluvias, humedad al 80 %, noches de 6–8 °C.
Esperar al «20 % ámbar perfecto» podría acabar en un campo lleno de moho. En este caso, un cultivador experimentado corta antes – mejor un colocón un poco más energético que quedarse sin cosecha.
Conclusión
La cosecha outdoor es un equilibrio entre biología y clima. En teoría miramos tricomas y pistilos, pero en la práctica, a menudo son los pronósticos del tiempo los que deciden el día de la cosecha.
Las reglas clave:
- Observa los tricomas – son tu brújula.
- Vigila el clima – puede cambiarlo todo.
- No tengas miedo de cosechar un poco antes si se acercan lluvias o heladas.
El outdoor enseña paciencia y humildad – pero te recompensa con cogollos naturales, madurados al sol. Y ese momento de cortar tus plantas en el aire fresco de otoño, lleno de aromas de resina y hojas – ninguna carpa indoor puede igualarlo.